La relación que tenemos con la comida es completamente emocional.
Cuando comemos no solo tomamos los alimentos desde un punto de vista nutricional bioquímico, si no que con cada alimentos estamos teniendo una experiencia mucho más sutiles a través de los sabores.
En Ayurveda la palabra RASA significa sabor y también significa emoción, al igual que luego es también el primer tejido corporal que se forma , el cual se localiza principalmente en el corazón.
Todos los alimentos pasan por el corazón ( y esto se puede explicar también a un nivel bioquímico )
A lo largo de nuestra vida vamos realizando conexiones neuronales con los alimentos y cuando comemos nuestro cerebro manda al corazón esa información, es por ello que hay algunos alimentos que nos gustan más y otros sabores que no queremos probar.
Hoy os voy a hablar un poco del sabor DULCE y de su componente emocional.
El sabor dulce es el primero que tomamos ( de la leche materna). Está directamente relacionado con el amor.
Nos genera una sensación de plenitud , de satisfacción, nos reconforta y nos hace sentir amados.
Es por ello que muchas personas que tienen vacíos emocionales necesitan tomar tanto de este sabor.
Cuando tomamos en exceso sabor dulce nos volvemos apegados, perezosos, en letargo entra en nuestra vida, con menos energía y en un error de nuestro inconsciente… volvemos a tomar dulce.
Como en el amor, existen dulces reales (calabaza, boniato, remolacha, zanahoria…) dulces falsos ( azúcares refinados) hay que saber bien elegir que tipo de amor queremos hacia nosotras.
Si eres una persona que nunca te gusta tomar sabor dulce y siempre quieres tomar salado , planteate si realmente estás completamente satisfecha a nivel emocional o quizás… es que tienes cerradas las puertas de tu corazón.
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